El terremoto en Chile ha ocurrido en pleno peack de exportaciones frutícolas, en una temporada muy particular que ya acumulaba un déficit importante de envíos de uva a causa de las bajas temperaturas en las zonas de producción.

Efectivamente a la semana del terremoto (semana 8), se acumulaba un déficit de 16% en los arribos totales de uva al mercado americano, y en variedades como Thompson Seedless, el déficit se encumbraba hasta 24%. La apreciación general, es que la fruta existe, pero su cosecha está atrasada, lo que indicaría que debe exportarse con una premura que no hemos conocido en años anteriores, para alcanzar a llegar antes del Marketing Order.

Al abrir el déficit en Estados Unidos por semanas, observamos que se concentra fuertemente en las dos semanas previas al terremoto, acumulando reducciones de 27 y de 47% las semanas 7 y 8 respectivamente. Al término de esta semana 9, en que no se ha embarcado casi nada, el déficit será aún mayor. Estimamos sin embargo que el déficit final de uva blanca chilena en Estados Unidos, debiera ser del orden de 10 a un máximo de 15% respecto del año pasado y en el caso de uvas rojas, los volúmenes finales debieran ser similares al año pasado. Con ello, queda claro que las uvas llegarán al mercado y que será necesario sortear estas próximas tres semanas de arribos bajos, antes que se normalice el suministro.

La industria frutícola chilena ha retomado con lentitud sus actividades con posterioridad al lunes 1 de marzo y se espera que los enormes daños a la infraestructura vial, retrasen aun más el despacho de la ya atrasada cosecha de uva. El problema es que el plazo está limitado por el Marketing Order, que impone fecha límite para ingresar con uva a Estados Unidos el 10 de abril (fecha de embarque a mas tardar el 27 de marzo).

Por ello es que es muy necesario que la autoridad dé preferencia en el uso de los recursos viales disponibles e infraestructura en general, a la exportación de frutas frescas por un período del orden de 15 días. Por otro lado, aparece necesario negociar con la autoridad americana una extensión excepcional de 10 días en la fecha de inicio del Marketing Order, reestableciéndola en el 20 de abril, que es la fecha de inicio que rigió a la industria hasta el 2008

Esta situación de desabastecimiento en el mercado americano, tan anormal para esta fecha en que habitualmente se está recibiendo los mayores arribos de uva chilena, se ha sumado a la falta de frutillas  y cítricos de Florida, dañados por causa de los temporales que han afectado a la región, generando cierta desesperación entre las cadenas de supermercados de ese país, que no cuentan con los productos necesarios para aprovisionar sus góndolas y abastecer a sus consumidores. Chile por su parte, debe ser responsable en notificar a sus contrapartes americanas (y de otros mercados), que el terremoto atrasará mas aún los arribos de uvas, en un plazo del orden de 1 semana a 10 días, para posteriormente normalizarse, razón por la cual es necesario que se mantengan abiertos y expeditos los canales de venta y distribución de modo que absorban los grandes volúmenes de uvas y de frutas en general que restan por llegar.

La industria frutícola en general no ha sido tan golpeada como otras industria del país, sin embargo estas medidas requieren de cierta urgencia para minimizar el efecto destructivo del terremoto.

Fuente: Portal Frutícola

8.marzo.2010 - Portal Frutícola