martes, 17 de agosto de 2010

BORRADOR EJES PROGRAMÁTICOS CONFEDERACIÓN DE FEDERACIONES DE ESTUDIANTES DE CHILE Y CONSEJO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LAS UNIVERSIDADES CHILENAS

BORRADOR EJES PROGRAMÁTICOS CONFEDERACIÓN DE FEDERACIONES DE ESTUDIANTES DE CHILE Y CONSEJO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LAS UNIVERSIDADES CHILENAS


El siguiente documento programático se enmarca dentro del trabajo conjunto que han comenzado a desarrollar a nivel nacional estudiantes y trabajadores del sistema universitario chileno, agrupados en la CONFECH y el Consejo Nacional de Trabajadores de universidades chilenas, para proponerle al país un nuevo modelo de educación superior público y así enfrentar la agenda privatizadora del MINEDUC.

Los ejes que se señalarán representan el común sentir de ambas organizaciones respecto a aspectos programáticos y se perfila como la expresión de una alianza entre dos estamentos que históricamente se han visto excluidos de la construcción universitaria.

1. Nuevo sistema de educación superior pública

Luego de la reforma privatizadora realizada en 1981, la educación superior quedó constituida por un conjunto inconexo de instituciones de distinta naturaleza, sin proyecto de desarrollo país alguno. El actual orden, no permite colaboración y sinergia entre ellas, sino la competencia por los escasos recursos estatales, en definitiva la existencia de un verdadero mercado de la educación superior. En este sentido, el Estado progresivamente ha ido perdiendo el rol protagónico que debiera tener, dejando en una profunda crisis al sistema de educación superior pública.

En atención a lo anterior creemos esencial promover la discusión pública respecto a la implementación de un nuevo sistema de educación superior, con la participación de todos los actores de la educación, teniendo siempre como derrotero que la construcción de dicho sistema sea realizado principalmente por los actores de la educación.

2. Institucionalidad al servicio del desarrollo país

Creemos que el nuevo sistema de educación superior debe reconocer a las universidades bajo el siguiente orden:

a. Universidades estatales

Por ser universidades del Estado, éstas deben contar con un trato preferente, materializado en la liberación de las de trabas burocráticas que afectan su desarrollo institucional y en la creación de un aporte basal directamente a sus presupuestos en función de sus proyectos de desarrollo institucional.

b. Universidades con rol público

Se entenderá por aquellas, los miembros del Consejo de Rectores que no pertenecen al Estado y extraordinariamente otras universidades que cumplan con la totalidad de los criterios enunciados a continuación, criterios que dicho sea de paso tienen por mandato las Estatales y a los que pueden optar estas instituciones:

a. Eliminación de toda forma o expresión de lucro en el actuar universitario, directo o indirecto.
b. Debe ser pluralista, es decir, debe fundarse en las libertades básicas como cátedra, expresión, asociación, discusión, reflexión y religión.
c. Debe tener participación democrática, efectiva y resolutiva de las comunidades universitarias en la toma de decisiones
d. Debe ser abierta en el acceso, existiendo heterogeneidad social de la matrícula.
e. Que se relacione con el medio a través de actividades de extensión, permitiendo el libre acceso de la ciudadanía y desarrollando responsabilidad social.
f. Debe asegurar bienestar integral garantizado al estudiante.

3. Financiamiento digno para los estudiantes

El gasto público en educación superior es insuficiente para cubrir las necesidades de las universidades estatales y tradicionales. Lo anterior, ha hecho que en las distintas instituciones se imponga la lógica del autofinanciamiento la cual afecta tanto a los estudiantes, ya que son las familias las que financian su educación, como a los trabajadores que ven afectados su estabilidad laboral a causa de las políticas de subcontratación de servicios. A causa de lo anterior, creemos necesario aumentar considerablemente el gasto público destinado para educación superior.

El efecto más perverso de la lógica del autofinanciamiento, se observa en las constantes alzas de aranceles y matrículas que deben realizar las universidades, lo que perjudica económicamente a las familias de los estudiantes, conllevando el endeudamiento por el “derecho” a la educación. Por eso proponemos:

a. Gratuidad de los aranceles y matrículas para los tres primeros quintiles
b. Establecimiento para el cuarto y quinto quintil del arancel diferenciado de acuerdo a la capacidad de pago.

4. Modelo de gestión universitario respetuoso de sus trabajadores

Otra expresión de la lógica del autofinanciamiento en las universidades se manifiesta en que éstas son administradas como empresas, desconociendo así el rol que deberían tener. En razón de lo anterior, constituye práctica generalizada en casi todas las instituciones del sistema de educación superior la proliferación de política de subcontratación de servicios no académicos lo que genera un empleo precario, indigno y desigual, a fin de abaratar costos y hacer a la institución más liviana económicamente.

Por ello creemos fundamental rechazar las políticas de externalización de servicios no académicos y académicos, que terminan generando trabajadores de primera y segunda categoría.

5. Democratización de nuestras universidades

La Universidad que proponemos para el futuro de Chile requiere con urgencia la implementación de espacios de participación democrática, real, resolutiva y vinculante de todos los estamentos en la toma de las decisiones. Un elemento distintivo de las universidades públicas es que en su interior las decisiones que determinan su quehacer deben ser deliberadas y acordadas por todos los actores de la comunidad universitaria y no por una elite o minoría, además de ser sus autoridades genuinas representantes de tales.

En consecuencia, urge crear e implementar espacios que cumplan con tales principios, siendo necesario proponer las modificaciones legales que permitan su implementación (derogación de artículo 22 del DFL nº 1 de universidades chilenas y el artículo 49 de la LOCE) y también cambios en los estatutos de las distintas casas de estudio.

COMUNICADO PÚBLICO

COMUNICADO PÚBLICO CONJUNTO
Confederación de Federaciones de Estudiantes de Chile y Consejo Nacional de Trabajadores de Universidades chilenas

Julio, 2010

A la comunidad nacional:

La educación superior de nuestro país se encuentra en crisis hace años y requiere urgentes transformaciones. Es por lo anterior, que como mundo social de la educación superior debemos reaccionar y ser capaces de articular respuestas a este nuevo desafío que Chile nos pone por delante.

Por ello, en un hecho histórico los estudiantes y trabajadores de las universidades chilenas agrupados en la CONFECH y el Consejo Nacional de Trabajadores de las Universidades chilenas, hemos acordado una alianza estratégica que crea un nuevo actor político-social a nivel nacional, el cual nos permitirá de manera unitaria presentarle al país una propuesta y visión alternativa para recuperar y fortalecer la educación superior pública, por medio de un documento programático común y, de esta manera enfrentar la nueva oleada privatizadora que ha planteado el Ministerio de Educación.

Cabe decir, que en razón de las reformas efectuadas en los años 80 el sistema universitario en su conjunto ha operado como un gigantesco, atractivo y lucrativo mercado y las propuestas que ha planteado recientemente a la opinión pública el Ministerio de Educación – cuyo titular fue accionista de una famosa universidad privada – apuntan de manera clara a su profundización, privilegiando lo privado, la competencia, el lucro y el dinero, por sobre lo público, la colaboración y el desarrollo país.

Esta situación, debemos decirlo con claridad, no sólo es responsabilidad de la derecha sino que también de los gobiernos de la concertación, ya que fueron incapaces en 20 años de administración revertir esta tendencia y construir, en conjunto al mundo social de la educación superior, un sistema de educación superior público al servicio de la país.

Por todo lo anterior, aspiramos a construir una alternativa, a proponerle al país un camino democrático, abierto y participativo que nos lleve a crear un verdadero sistema de educación superior público. En esta tarea nos inspira y guía la más firme y sincera convicción que la única y verdadera reforma al sistema de educación superior es aquella que involucra, considera y hace participe en su elaboración y ejecución a los actores sociales y a la ciudadanía en general, genuinos depositarios y destinatarios de dichos cambios y que pone por sobre el dinero, el lucro y el interés de los poderes económicos, los deseos, esperanzas y anhelos de la grandes mayorías de nuestro país.

Ponemos a disposición del país nuestros esfuerzos.


- CONFECH -
- CONSEJO NACIONAL DE TRABAJADORES
DE LAS UNIVERSIDADES CHILENAS -

DESAFÍOS DE LA PRÓXIMA RECTORÍA

DESAFÍOS DE LA PRÓXIMA RECTORÍA

Por Jorge Sharp Fajardo
Presidente FEPUCV

El lunes 26 de julio en solemne ceremonia realizada en el Salón de Honor juró como nuevo rector de nuestra Universidad el profesor Claudio Elórtegui Raffo dando término no sólo al proceso de elección de nuevo rector iniciado con su convocatoria a fines del mes de febrero, sino que también a los 12 años de rectoría del profesor Alfonso Muga Naredo. Más allá de analizar el desempeño de la rectoría que finaliza, cuestión que será materia de otro artículo, lo interesante es poder identificar cuales serán los desafíos que deberá enfrentar el gobierno universitario que inicia.

Partamos por casa. Fue sintomático el hecho que en el proceso de elección de rector sólo un profesor haya inscrito candidatura, lo que manifiesta que sólo un reducido grupo o visión de académicos se interesó en ocuparse de los asuntos del gobierno universitario. Lo anterior, a mi juicio, es expresión de un problema latente que existe dentro del estamento académico el cual dice relación al acomodamiento y envejecimiento paulatino, y consecuente conservadurismo, de un importante grupo de académicos que cuentan con plenos derechos políticos dentro de la universidad, es decir, que pueden ser parte de las decisiones del gobierno universitario y, de esa manera, definen que es lo mejor para el interés general de la comunidad universitaria.

Ahora bien, cabe decir que este estado de cosas no sólo se debe a las razones antes expuestas, sino que también a la implementación y desarrollo institucional en los últimos 10 años de políticas de subcontratación de servicios académicos, a fin de crear un cuerpo académico joven y renovado, pero flexible, económicamente menos pesado para la institución (es cosa de ver cuánto dinero la universidad “pierde” en el proceso de desvinculación de un profesor jerarquizado) y carente de todo derecho político por no tener gran vinculación con la institución.

Este tema, que comienza progresivamente a hacerse patente en las distintas unidades académicas, creo que deberá ser enfrentado por la actual rectoría a partir desde dos interrogantes: 1) ¿qué tipo o perfil de académico es el que debe enseñar en la PUCV?; y, 2) ¿en quiénes debe radicar los derechos políticos, o mejor dicho, la tarea de definir los destinos de nuestra universidad?

Los desafíos anteriormente señalados, tienen más sentido y son cada vez más apremiantes enfrentarlos si es que los ponemos en relación con el debate público que se ha abierto respecto al futuro de la sistema de educación superior de nuestro país.

El gobierno ha presentado una agenda de reformas cuyo eje es el de optimizar el “mercado” de la educación superior a través del mejoramiento de las condiciones de competencia entre las distintas instituciones, eliminando para estos efectos todo “privilegio” que atente contra la igualdad de trato (en términos prácticos significa eliminar el AFD y crédito solidario) y reemplazando los aportes basales por fondos concursables que se entreguen a cualquier institución que dice llamarse universidad. En términos prácticos lo anterior significa acabar con las universidades estatales y poner en serio riesgo a las universidades tradicionales, como la nuestra.

Frente a este debate nuestra universidad debe contar con posturas claras, con visiones que sean capaces de mirar al sistema universitario en su conjunto y no de manera corporativa y que permitan proponerle al país un modelo universitario público, integral y al servicio de las verdaderas necesidades de nuestro desarrollo nacional. La educación superior será uno de los debates centrales durante los próximos meses, por tanto las maneras y las formas de enfrentarlo son fundamentales para que nuestras visiones tengan éxito y contribuyan a los verdaderos cambios que exige nuestro sistema de educación superior. En esta línea, estimamos que la nueva rectoría tendrá la oportunidad estratégica de ser parte y generar, en conjunto a la comunidad universitaria, un proceso amplio, democrático y participativo donde la universidad como cuerpo, como ha sido su permanente tradición, entregue al país y a la sociedad su propuesta para la educación superior pública del siglo XIX.

Como vemos, el futuro se nos presenta ávido en desafíos, desde la Federación de Estudiantes esperamos que el nuevo gobierno universitario y la comunidad en su conjunto, estén a la altura de aquellos.

DISCURSO JORGE SHARP

Estimada Comunidad Universitaria
Esta nueva versión del Claustro Pleno cobra especial relevancia para nuestra
Universidad en razón de los desafíos y retos que debemos afrontar. Por ello, como
Federación de Estudiantes, hemos querido compartir con ustedes en nuestra
intervención cuáles son los desafíos que identificamos tanto interna como
externamente y, a su vez, proponerles un camino y forma de trabajarlos y encararlos
como comunidad universitaria.
Partamos por casa.
Bajo la Rectoría del profesor Muga, el Consejo Superior ha comenzado el diseño del
nuevo Plan de Desarrollo Estratégico, la carta de navegación de nuestra institución
para los próximos años. En éste, encontraremos nuestras orientaciones y lineamientos
estratégicos en las distintas áreas del quehacer de la Universidad.
El nuevo Plan de Desarrollo Estratégico deberá contener todos aquellos aspectos que
definirán la Universidad Católica de Valparaíso del futuro, entre los cuales al menos se
encuentran:
Vinculación con el medio. El hecho que la Universidad haya sido acreditada en este
aspecto es un reconocimiento a la labor que hasta ahora se ha realizado. Sin embargo,
hay enfoques en esta materia que resulta imperativo que cambien. En el último
tiempo, hemos observado como la vinculación social de la Universidad raya casi en
estrategias de marketing o posicionamiento de mercado y se reduce a hacer extensión
en colegios y circuitos sociales acomodados de la quinta región. De hecho, hoy la
página web institucional nos anuncia, como bombos y platillos, que la Universidad
nuevamente realizará actividades en el Saint Paul School, en el Saint Dominic y otros
colegios de difícil pronunciación, nichos que tienen acceso directo a la cultura. Me
pregunto, ¿qué pasa con el ciclo de conciertos en Monte Dónico, en la Población
Edwards Bello de Playa Ancha, con las jornadas de cine en el cerro Ramaditas o en el
Liceo Industrial?
Hoy muchos de los quehaceres que nos vinculan con el medio son insuficientes y otros
tantos se alejan del espíritu de nuestra institución, del ideario de nuestros fundadores,
de una Universidad Católica abierta y comprometida con toda la población de
Valparaíso, especialmente con aquellas clases más vulnerables y explotadas. No somos
ni podemos ser una institución elitista. Por ello, debemos hacer un equilibrio y volcar
nuestros esfuerzos para tener una relación directa y cercana con la heterogeneidad de
círculos y clases sociales de la quinta región, lo que significa no sólo llevar a la
universidad cultural, artística o académicamente a la sociedad, sino que abrir de par en
par nuestras puertas.
En cuanto a investigación, creemos que resulta necesario revisar las políticas de
investigación de la Universidad. Queremos aportar a la tarea que desarrollará el recién
nombrado vicerrector, en base a una triple interrogante: ¿qué investigamos?; ¿quiénes
investigan?, y ¿cómo la financiamos?
¿Qué investigamos? La Universidad es centro de conocimiento en diversas disciplinas,
en ella la sociedad tiene el espacio ideal para desarrollar las artes, las humanidades, las
ciencias, etc. En consecuencia, debemos abrir líneas de investigación, y fortalecer las
que ya existen, que si bien pueden tener baja rentabilidad privada, pueden no
alimentar los apetitos insaciables del mercado y la productividad de las empresas, son
importantes para el desarrollo humano y social de nuestro país. Y no sólo lo anterior,
sino que potencien la creación de conocimiento.
¿Quién investiga? Sería estratégico abrir este quehacer no sólo a académicos o
estudiantes de postgrado, sino que también a estudiantes de pregrado, lo cual
permitirá fortalecer la formación del futuro profesional y, desde la más temprana
formación universitaria, formar a los futuros investigadores de la PUCV. En esta línea,
en la última Convención de Estudiantes, los estudiantes generamos un proyecto que
puede ser un aporte a este desafío.
Y por último, ¿cómo financiamos? En este sentido, no podemos dejar a los vaivenes del
mercado el financiamiento de nuestro quehacer investigativo. Por ello, para asegurar
una mayor independencia de la direccionalidad que nos da los fondos externos, será
pertinente liberar recursos para financiar estas líneas de investigación.
Algunos quehaceres que debemos repotenciar, olvidados por otras prioridades, son las
ciencias sociales, las humanidades y las artes. La filosofía, la historia, la música, las
artes, el trabajo social etc., que son quehaceres que producen conocimiento y saberes
alejado de los requerimientos agobiantes del mercado, deben estar presentes en el
diseño estratégico de una Universidad que tiene como misión pensar país y formar a
los líderes y profesionales del Chile del futuro. Así, debemos fijar los objetivos y los
medios con los cuales se trabajará, por ejemplo: fortaleciendo las carreras existentes
con recursos, infraestructura, profesores jornada completa; o incluso plantearnos la
apertura de nuevas carreras o áreas de investigación.
Fortalecimiento a la formación docente. A propósito de los magros resultados del
último SIMCE, los ingeniosos gobernantes de nuestro país se han dado cuenta que hay
problemas graves en la educación pública primaria y secundaria y han puesto como
una de sus causas principales la mala formación de profesores. En este punto,
debemos ser categóricos al afirmar que las desigualdades en la educación tienen como
causas las profundas contradicciones de nuestro sistema de económico‐social y no sólo
la presunta deficiente formación docente de nuestros profesores. Sin embargo, esta
discusión nos abre una oportunidad para revisar lo que estamos haciendo en
formación docente a fin de fortalecer aquellos aspectos que estén débiles. Nuestra
visión del pedagogo de la PUCV es la de un profesional de excelencia, comprometido
con la realidad nacional, conocedor del sistema educativo en su conjunto y no
segregado por niveles o áreas, y que ve estratégicamente su labor como una
herramienta que contribuya a la trasformación social y generar una sociedad de
garantías.
Una cuestión de preocupación central es siempre diseñar y desplegar un modelo de
gestión respetuoso de las personas. La tecnocracia, principio rector que guía el actuar
del gobierno actual y sus antecesores, no puede aterrizar a nuestra Universidad, ya
que eso nos llevaría a administrar a la institución como cualquier empresa. El criterio
estrictamente económico o más sencillamente el dinero, no puede ser el elemento
central en la toma de decisiones, sino uno más junto a otros. Son las personas las que
deben siempre estar en la centralidad del desarrollo y gestión institucional. No
dudamos que ello hoy se así; sin embargo, observamos con preocupación el hecho que
hoy en nuestra Universidad existan carreras que tengan un arancel que bordea los 3
millones de pesos y que existan compañeros y compañeras que hayan sido enviados a
DICOM por no pagar sus aranceles, teniendo como acreedor a la PUCV. También,
vemos muy cercano al patrón mercantil antes expuesto, la proliferación en los últimos
años de políticas de subcontratación de servicios no académicos que afectan la
estabilidad en el empleo y que en la práctica hacen que en nuestra Universidad haya
trabajadores de distintas categorías y distintas dignidades.
En este punto queremos ser claro. Más que una amenaza o peligro para los intereses
gremiales que podemos legítimamente tener como estudiantes, nos preocupa que la
Universidad sea Universidad y no empresa, sociedad anónima u otra cosa similar, ya
que ello destruye los cimientos mismos de nuestra octogenaria institución.
Y un último desafío interno que observamos, dice relación con el proceso de
renovación del cuerpo académico, tema de futuro que cruzará seguramente los cuatro
años de la actual rectoría. Este tema invita a su análisis a partir de una doble
aproximación: 1) académica, es decir, ¿qué tipo o perfil de académico es el que debe
enseñar en la PUCV el que en definitiva nos permitirá apuntar a la calidad y a la
excelencia?; y, 2) política, es decir,¿en quiénes debe radicar los derechos políticos, o
mejor dicho, la tarea de definir los destinos de nuestra Universidad?, ¿en parte de la
comunidad académica, como es ahora, o en la comunidad universitaria en su
conjunto?
En cuanto a la aproximación académica, debemos decir con cierta preocupación y
decepción que la implementación y desarrollo institucional en los últimos años de
políticas de subcontratación de servicios académicos han creado un cuerpo académico
relativamente joven y renovado, flexible (proliferan los profesores “taxis”),
económicamente menos pesado para los presupuestos e imposibilitado de ser titular
de derechos políticos por no tener gran vinculación con la institución; políticas, que no
contribuyen a tal urgente renovación, sino que debilita los objetivos perennes de
excelencia y mejoramiento sostenido de la calidad.
Es verdad el hecho que hoy que muchos académicos jóvenes tienen más compromiso
con su profesión que con la institución, pero debemos hacer un esfuerzo para poder
encantar a aquellos con nuestra Universidad. Los nuevos académicos no sólo deben
tener las credenciales bien puestas en sus áreas de trabajo, sino que deben ser
profesionales íntegros, tolerantes, justos, respetuosos de sus alumnos.
También la renovación de académicos tiene una aproximación política. En el proceso
de elección de rector sólo un profesor inscribió candidatura, lo que manifiesta que sólo
un reducido grupo o visión de académicos se interesó en ocuparse de los asuntos del
gobierno universitario. Lo anterior, a mi juicio, tiene su causa en el acomodamiento y
envejecimiento paulatino, y consecuente conservadurismo, de un importante grupo de
académicos que cuentan con plenos derechos políticos dentro de la Universidad, es
decir, que pueden ser parte de las decisiones del gobierno universitario.
A partir de lo anterior, como Federación de Estudiantes, nos surgen diversas
preguntas: ¿es conveniente que sólo este reducido grupo de miembros de la
comunidad universitaria siga titularizando la totalidad de los derechos políticos?
¿Resistirá el mediano plazo un sistema de gobierno universitario basado en una
especie de democracia tutelada y paternalista, que tiene alejada como niño a parte
importante de la comunidad universitaria de la toma de decisiones? ¿Estamos
preparados para pensar en nuevas formas de gobierno universitario, de manera
responsable y sin prejuicios? Todas estas preguntas nos invitan a una discusión y
debate donde todos los miembros de la comunidad universitaria, iglesia, gobierno
universitario, académicos, estudiantes, funcionarios, ex‐alumnos deberemos ser
participes. Nuestra madurez institucional, sin lugar a dudas, nos permitirá aquello.
Todos los desafíos anteriormente señalados, tienen más sentido si es que los ponemos
en relación al cada vez más interesante debate público respecto al conjunto de
cambios que debe experimentar el sistema de educación superior de nuestro país.
El gobierno ha presentado una agenda de reformas cuyo eje es el de optimizar el
“mercado” de la educación superior a través del mejoramiento de las condiciones de
competencia entre las distintas instituciones, eliminando para estos efectos todo
“privilegio” que atente contra la igualdad de trato (en términos prácticos significa
eliminar el AFD y crédito solidario). Se ha propuesto reemplazar los aportes basales
por fondos concursables que se entreguen a cualquier institución que dice llamarse
universidad. En términos prácticos lo anterior, significa acabar con las universidades
estatales y poner en serio riesgo a las universidades tradicionales, como la nuestra,
entregando dinero a empresas‐universidades de holdings empresariales
internacionales o a colegios‐universidades que en sus estatutos atentan contra las
libertades básicas consagradas en las Constitución.
Frente a esta agenda nuestra Universidad debe contar con posturas que sean capaces
de mirar al sistema universitario en su conjunto, no de manera corporativa ni gremial,
como ha hecho hasta ahora el CUE y la Cruz del Sur, sino política e integral. En
consecuencia será tarea proponerle al país un sistema o modelo universitario
público, integral y al servicio de las verdaderas necesidades de nuestro desarrollo
nacional. Para ello, no es lícito descartar formas o medios para proponer y exigir los
cambios que queremos. En sentido, seguramente el próximo año habrá estudiantes en
la calle, peleando por la educación que requiere nuestro país y sus futuras
generaciones, por un modelo de universidad y no por caprichos o intereses
corporativos.
La educación superior será uno de los debates centrales durante los próximos meses,
por tanto las maneras y las formas de enfrentarlo son fundamentales para que
nuestras visiones tengan éxito y contribuyan a los verdaderos cambios que exige
nuestro sistema de educación superior. En esta línea, estimamos que la nueva rectoría
tendrá la oportunidad estratégica de ser parte y generar, en conjunto a la comunidad
universitaria, un proceso amplio y participativo donde la Universidad como cuerpo,
como ha sido su permanente tradición, le entregue al país y a la sociedad su propuesta
para la educación superior pública del siglo XXI.
El carácter de esta instancia y las limitaciones de este discurso seguramente han hecho
que otros desafíos hayan quedado en el tintero. Sin embargo, aquellos enunciados son
grandes, complejos y claves para el futuro de nuestra Universidad y por lo mismo
requieren de una mirada, enfoque, diseño y forma de trabajo distintos a los actuales.
Desde nuestra perspectiva, la nueva rectoría, en este punto, tiene dos grandes
posibilidades. La primera, es mantener el enfoque actual de trabajo, donde la
participación y la visión de la comunidad universitaria no es un valor tanto deseado
como los fríos números de los resultados. En este esquema prima el principio de tutela
antes mencionado, ya que sólo un reducido grupo define el interés general de la
mayoría. Este diseño, propio de otro tiempo, creemos que no es el adecuado para
afrontar los retos institucionales que a paso galopante tocan nuestra puerta.
La segunda, habla de dar vuelta la página, pasar de las miradas, enfoques y formas
verticales de trabajo a otras horizontales que faciliten la participación real y la
verdadera inclusión. Donde el actor principal es la comunidad universitaria en su
conjunto y no sólo la comunidad de académicos y el gobierno universitario. Cuyas
escenas son los múltiples e ingentes desafíos. Y su recién escrito guión está compuesto
de páginas que relatan la fundación de una nueva relación, de un nuevo trato entre el
gobierno universitario y la comunidad universitaria.
Ustedes se preguntarán ¿nueva relación? Si. Una fundada en pilares elementales,
como es el diálogo e inclusión, que sabemos que la actual rectoría comparte.
Cimientos sobre los cuales los miembros de la comunidad universitaria, tolerante y
respetuosamente, compartirán sus visiones, debatirán sus ideas, acordarán sus
discrepancias y definirán conjuntamente los destinos generales o la macropolítica de la
Universidad. Una nueva relación que superará al verticalismo, el cual será visto como
una vieja práctica en desuso que respondía a otras coyunturas, verticalismo cabe decir
que los estudiantes no seguiremos aceptando, y que dará paso a nuevas formas y
espacios de participación.
Al decir esto no estamos pensando en reeditar diseños de hace 40 años ya que las
condiciones son otras. Tampoco creemos en una fórmula única y estanca, sino que
creemos que hay que estar abiertos a explorar alternativas que permitan fortalecer el
andar institucional. Alternativas deberán responder necesariamente a tópicos
elementales como lo son participación democrática, real, resolutiva, amplia, inclusiva,
integral y que versa en aquellos asuntos propios del andar general de la Universidad.
Y como el tiempo apremia, la invitación a iniciar el diálogo la hacemos en este
momento. Durante el mes de septiembre la Federación de Estudiantes en conjunto a
los Sindicato nº 1 y Alberto Hurtado y la Asociación Gremial de Académicos organizará
el Tercer Encuentro de la Comunidad Universitaria, el cual será un espacio que nos
permitirá como comunidad universitaria identificar los desafíos institucionales y aunar
voluntades y despejar prejuicios para explorar las mejores formas de participación
para poder darle sentido y razón a esta nueva forma de relación entre el gobierno
universitario y la comunidad universitaria.
Por último, no impetramos espacios de participación porque si. No queremos un
participar por participar. Si no que creemos que es el mejor camino que tendremos
para perfilar a nuestra Universidad hacia el futuro.

INFORMACIONES

Hola!

Les enviamos un manojo bastante denso de documentos que recibimos de Fepucv, que como pueden ver en los títulos, hay un par que cita a paro para este miércoles 18 de agosto. Ante esto, pueden encontrar nuestra respuesta en la carta redactada más abajo, que explica nuestra situación y disgusto como Mesa Ejecutiva.

RECUERDEN QUE ESTE MIÉRCOLES SE CITA A ASAMBLEA PARA ELEGIR COMISION ELECTORAL Y TRICEL PARA LAS ELECCIONES DE NUEVO CAA, EN EL AULA MAYOR A LAS 12 HORAS.

Ante cualquier información, les avisaremos con brevedad.

_________________________________________________________________________

Estimados FEPUCV y Consejo de Presidentes:

Nuevamente, y como cada año que recuerdo, la educación chilena presenta serios problemas en cuanto a sus cimientos institucionales y financieros, lo que nos transforma como país en un deudor en cuanto al autoabastecimiento de educación de alta calidad y acceso garantizado.

Lamentablemente, como Centro de Alumnos de Agronomía, no hemos podido hacernos partícipe de la votación a llevarse a cabo el día 17 de agosto, debido a que nuestros tiempos son muy diferentes a los de las demás facultades. Nuestras asambleas son factibles de llevarse a cabo los días miércoles, que es cuando mayor asistencia se tiene como para poder entregar una información clara y oportuna, lo que nos limita en cuanto a organización. Junto con esto, nos encontramos en momento de elecciones de nuevo Centro de Alumnos, a comenzar con la Asamblea Convocatoria este mismo miércoles.

Otro punto que nos ha limitado, son los días y horarios de Consejo de Presidentes, ya que son en horarios en que nos ha sido imposible asistir, debido a que nos han coincidido con clases, lo que como Mesa Ejecutiva, nos deja sin miembros libres. Nuestra prioridad número uno son las clases, motivo por el que nos encontramos en esta universidad. 
A esto se suma el periodo decidido para el paro, que son las claves 3 a 6, lo que nos deja con la obligación de asistir a clases en el periodo anterior a esto. Actualmente, cerca del 80% de la carrera asiste a clases ese día a esa hora, lo que se transforma en algo irrisorio ante nuestra situación, tener que viajar hasta Quillota para una hora de clases a nadie le simpatiza, motivo que fue expuesto ante la situación del paro anterior en Consejo de Presidentes por esta Mesa Ejecutiva, y que por lo visto no fue considerado nuevamente,

Esta falta de concordancia entre los tiempos y prioridades, es que nos ha llevado a pensar como Centro de Alumnos en la autonomía, discusión que deberá continuar la siguiente Mesa Ejecutiva ya que aun se encuentra en controversia, debido a situaciones como esta.

Debido a lo presentado, nos vemos en la obligación de abstenernos de cualquier decisión presentada el día de la presente votación.

Sin otro particular, se despide atentamente

Germán Opitz Carvajal
Presidente CAA Agronomía PUCV
-- 
Centro de Alumnos
Agronomía
PUCV
http://agropucv.blogspot.com/

miércoles, 21 de julio de 2010

ELECCIONES CAA AGRONOMÍA

Hola!

Les informamos que durante el mes de agosto se llevará a cabo el proceso de elecciones de CAA de Agronomía. Este es un aviso no oficial, ya que este debe realizarse bajo un plazo determinado y en fechas establecidas, pero estamos realizando esto debido a que como bien se sabe, en nuestra carrera cuesta bastante que se organicen las listas para CAA.

Para el llamado oficial se realizará una asamblea en la cual se podrán solucionar dudas e informar las fechas de inscripción, propaganda y elecciones.

Los puestos por lo cuales se vota (Mesa Directiva) son los siguientes:

Presidente
Vicepresidente
Secretario General
Secretario de Finanzas
Secretario de Comunicaciones (optativo, o también conocido como Deledegado Valpo.-Quillota)

Esperamos que se entusiasmen y se forme una competencia constructiva, recuerden que esto es para nosotros mismos, no para tratar de avasallar a otros.

La lista que sea elegida contará con nuestro apoyo por supuesto, para que pueda iniciar sus funciones como corresponde.

Atte.

--
Centro de Alumnos
Agronomía
PUCV
http://agropucv.blogspot.com/

GOOOOLLLL DE CHILE!!!!!